Érase una vez yo… Pidiendo al universo que me envíe información para poder trabajar dentro de mí lo que me estaba impidiendo avanzar y dar un salto cuántico en mi vida… Al parecer, para eso era necesario trabajar uno de los temas más potentes en el ser humano. “La Madre”. Tema que ya había trabajado en otras ocasiones, pero al parecer algo nuevo saldría a la luz.
Una noche mi hijo de alrededor de dos años se despierta gritando de una forma poco habitual, francamente en ese momento no me alerto mucho, imaginé que tenía una pesadilla por lo que entre rápidamente a su habitación y lo tomé para tranquilizarlo. Al tocarlo sentí como una emoción subía rápidamente por mi mano hasta llegar al centro de mi cuerpo… era miedo, un miedo que sentí no podía controlar, el corazón se me aceleró y una sensación en la espalda me incomodaba y me asustaba al mismo tiempo. Christian, mi esposo, había entrado después de mi para ayudarme y como yo no lo podía tranquilizar se lo pasé para poder librarme de esa sensación. Me tranquilicé luego de unos minutos y pensé que por error había canalizado el miedo de mi hijo por lo que no quise tomarme la situación muy en serio. Le dije a Christian que yo lo haría dormir, por lo que él salió y yo me quedé con Damián, para mover su cunita mecedora mientras se dormía, pero al cerrar la puerta el miedo me comenzó a invadir otra vez y apareció información e imágenes de lo que pasaba, Damián se alteró nuevamente y pedí a Christian, a través del monitor que entrará a ayudarme. Comencé a limpiar la habitación y luego la casa mientras mi esposo lo hacía dormir, pedí protección y al parecer todo quedó bien porque mi marido hizo dormir rápidamente a nuestro hijo, luego yo entre a la habitación para ver si sentía algo, lo toqué y ya la sensación no estaba. Todo estaba bien, un tremendo alivio recorría mi cuerpo y todo estaba en calma.
Christian me preguntó qué había pasado, le expliqué que dentro de la habitación estaba el alma de un hombre que le reclamaba cosas a Damián, movía las manos mostrando que estaba muy enojado y recriminándole muchos asuntos. Lo que yo capté en ese momento, era que ellos fueron socios en una vida pasada y al parecer algo ocurrió ahí que este hombre le recriminaba. En su confusión esta alma no veía a un niño en esa habitación, veía a su socio, por eso estaba ahí. Este hombre nunca más fue a molestar a Damián, pero si lo vi mirándome a mí, agazapado en algunos rincones de la casa mirando y escondiéndose nuevamente, me pareció extraño, pero me imaginé que revisaba si podía acercarse a Damián sin su molesta Madre Leona jajajaja, cada vez que lo percibía volvía a limpiar la casa hasta que nunca más volvió.
Durante este tiempo fui a la consulta de una amiga y en una sesión de reiki, mi mente se fue a otro lugar. Escuché que respiraba con mucho esfuerzo y me di cuenta de que estaba subiendo una colina, comencé a ver el paisaje, era un lugar bastante seco y caluroso, muy parecido al sector norte de Santiago en verano. A mi lado había un muro de roca, yo iba sobre un camino, que se percibía estaba varios metros arriba, por lo que era una especie de precipicio. Me pude ver con un vestido muy largo y en mis brazos vi que llevaba un bulto envuelto, cuando lo miré bien me di cuenta de que llevaba a un bebe casi recién nacido, pero estaba muerto. Sin poder reaccionar frente esto vi que me acercaba a la orilla, miraba hacia arriba y me lanzaba. Sinceramente no fue nada agradable, sentí las emociones de esa mujer, su inmensa pena y desesperación, la sensación de que ya nada valía y al parecer nada valía para ella, ya que luego de esto, vi que sus hijos estaban mirando la escena desde abajo, vieron como su madre se lanzaba y moría. Esto me destrozó, fue una inmensa emoción de muchas cosas cruzadas. Nunca sabré cuantos niños eran, hasta el día de hoy no se si eran dos o tres niños observándome, lo que si logré saber es que los niños tenían entre 4 y 7 años. Me senté en la camilla y lloré por varios minutos, supe que esa había sido yo y que esta vida se había activado en mi desde las más profundas emociones… yo no lograba entender, “cómo, dentro de mi podía existir un ser tan cobarde y desnaturalizado” … Me mantuve con esta historia dando vueltas en mi cabeza por muchos meses y en ocasiones las lágrimas saltaban de mis ojos al pensar en eso niños y en mi cobardía. Ahora entiendo que era el proceso de digerir e integrar la información, con el tiempo la sensación era más tranquila y pude hablar con mis seres de luz sobre este tema, ya que al principio las emociones eran tan intensas que nada me podía hacer entender, por otro lado, tampoco hacia las preguntas correctas, pero al sentirme más en paz con esta historia comencé a recibir más detalles de mis “guías”. Me contaron que en ese momento de esa vida yo estaba muy pobre y me había “juntado” con un hombre de muy poca educación pero que trabajaba y en parte me cubría ciertas necesidades, él vivía conmigo y mis hijos y yo me embarace de él, pero al enterarse de que estaba embarazada él se enojó y me dejó, yo volví a vivir en la extrema pobreza y no tenía talentos ni capacidades para poder proveer a mi familia de lo básico, por lo que al nacer el niño falleció a los pocos días de hambre, yo no tenía comida suficiente para alimentar ni a mis hijos ni a mí por lo que no lo pude amamantar. Eso volvió a despertar una profunda rabia hacia esta mujer que fui. ¿Cómo era posible que no encontrará la forma de brindar techo y comida a mis hijos?, ¿cómo era posible que no sacará las garras y luchará por ellos? Esto hizo que volviera a pasar por un nuevo proceso de digerir e integrar.
Luego de que todo estaba más tranquilo dentro de mí, volví a recibir información. Me explicaron que en esa vida yo había nacido en una familia muy rica, era hija única por lo que mis padres se preocuparon de conseguir un marido a mi altura que se pudiera hacer cargo de los negocios familiares. Yo la verdad, no era una mujer para nada guapa y la época claramente no me exigía que fuera inteligente, por lo que, lo que yo no compensada con inteligencia y belleza, la fortuna de mi familia si lo hacía. Tuve suerte, ya que me consiguieron un marido con una fortuna casi a la par con la mía, él era un hombre medianamente guapo y muy tranquilo, agradable e increíble en los negocios… mi futuro estaba asegurado… Al parecer pasé muchos años casada con este hombre, en un matrimonio sin pasión, pero con mucho respeto y tranquilidad. En la sociedad representábamos la familia y el matrimonio perfecto, pero mi esposo murió de forma inesperada de un ataque al corazón. Me quedé sola y al mando de una fortuna que no sabía manejar, mis padres ya habían fallecido y no tenía familiares en los cuales poder apoyarme por lo que en poco tiempo terminé en la calle y sin la ayuda de nadie que se apiadara de mi o mis hijos.
En esta vida yo tuve una madre a la que yo defino como muy rabiosa, y digo tuve porque ella ahora ya no es así, mi madre tendía a ser mucho más dura conmigo que con mi hermana, o por lo menos eso fue lo que yo percibí de niña. Yo era una niña definitivamente muy sensible y llorona, eso a mi madre la preocupaba mucho y por lo que me cuenta, me llevo con una psicóloga que le explicó que esa era mi personalidad y que ella, mi madre, podía hacer dos cosas conmigo. La primera era tratarme con mucha más paciencia y cariño, conteniéndome siempre para que yo pudiera seguir siendo la niña que era, la segunda era que me tratara de forma más dura para que yo lograra sacar más personalidad. Como resultado, la primera opción daría a una mujer sensible y débil, la segunda opción daría como resultado un adulto fuerte y capaz. Mi madre no lo dudó, para ella era muy importante no tener hijas débiles, que como adultos pudieran sufrir, por lo que en su confusión se transformó en un monstruo para mí. Este asunto lo trabajé apenas salí de mi casa con terapias alternativas y terapias más formales, hasta el punto de sentir que ya estaba bien, pero al parecer el universo pensó que aun podía ir más allá.
Un tiempo después me comentaron que uno de los niños que estaba viendo como su madre se lanzaba al acantilado y moría, era la que en mi vida actual es mi madre. En ese momento todas las piezas calzaron y entendí por qué mi madre se había empecinada en transformarme en una mujer fuerte contra viento y marea. Para mí, esta información llegó en el momento perfecto, ya que podía entender esto como un motivo y no como una justificación de todo lo ocurrido, a esa alturas yo entendía a mi madre desde lo más hondo, sus profundas penas, soledades e inseguridades, y saber esto me hizo entender que definitivamente, más allá de todo lo que se pueda opinar al respecto, nosotras teníamos un contrato y que la energía generada en ese momento de esa vida, mi alma, sintió que debía ser pagada para lograr aprender lo que se necesitaba. Además, esto definitivamente venía a completar una pieza del puzle muy importante para mí, todo esto me invitaba a mirar por dentro y ver lo que aún me estaba haciendo a mí misma al recriminarme por esa mujer del pasado, mi dificultad en perdonarme y aceptarme quedaba en evidencia. En fin, los análisis que hice y que me ayudaron a ver mis seres de luz son muchos, tantos que podrían dar para un libro.
Pero la historia no termina acá, luego de un tiempo recibí más información, me explicaron como perdí mi imperio en tan poco tiempo. El socio de mi esposo me ofreció hacerse cargo de toda mi fortuna para que de ese modo yo pudiera descansar y enfocarme en mis asuntos, pero en pocos años vi como mi herencia desaparecía y el supuesto socio se hacía más rico, al parecer todo aquello en lo que invertía mi dinero no daba frutos, solo deudas, hasta que finalmente quedé en la callé sin dinero y sin talento.
Supe que en mi tremenda soberbia firmé papeles sin leer en donde lo liberé de toda responsabilidad en pérdidas y malos negocios, además no contaba con un grupo de amistades real que me pudiera ayudar, por lo que fui directo a la calle con mis pequeños hijos. Nadie me brindo ayuda y mi soberbia tampoco me permitió pedirla.
Me explicaron que en esa vida pasada el que es mi hijo, Damián, era el socio que me dejó en la calle y el alma del que hablé al principio de esta historia y que lo visitó en la noche para recriminarlo, era mi esposo. Esa pobre alma en su confusión no lograba entender cómo era posible que su esposa, la que había terminado pobre y sin dinero, cuidara a su socio estafador como si fuera lo más preciado para ella.
Sinceramente no entendí este punto en ese minuto, pregunté a mis guías porqué me mostraban esto, para mi realmente esto no cambiaba el amor que yo sentía por mi hijo, a pesar de saber todo lo ocurrido en el pasado. Lo que recibí de ellos fue un movimiento de cabeza que entiendo significa respeto por mí y una frase que dice.
«Porque lo único que es real en el mundo en el que tu habitas, es el amor… los demás, lo demás es solo un sueño».
Claramente esta última información me llevo a un sinfín de análisis y aprendizajes… pero esa, es otra historia.